(Reproducción nota de la Agencia Regional de Noticias: Nazareno Panella y Carlos Fuertes)
Entrevista picante: Héctor Gómez, el conductor del Partido Justicialista en Rivadavia nos dío un exclusiva que levanto polémica.
Cuando le propusimos a Héctor Gómez hacer una entrevista distendida en la que nos explicara su visión sobre el justicialismo en Rivadavia, nunca esperamos que se armara tal revuelo. La nota fue copiada por otros medios y se confirmo aquello de que el “Churrero” era una tipo amado u odiado, sin grises en el medio.
Entrevista exclusiva a Héctor Gómez
(Publicado originalmente el 23 de Julio de 2012)
El histórico conductor del P.J. en Rivadavia nos dio un exclusiva imperdible.
Héctor Gómez es uno de los políticos más polémicos de Rivadavia. Siempre que se menciona su nombre provoca adeptos y detractores casi con la misma intensidad. Desde las últimas elecciones que su nombre viene siendo emparentado con distintos problemas de la política local y por eso es que queríamos tener esta exclusiva, por un lado para dar derecho a réplica y por otro para escuchar la otra campana. La charla con “el churrero” se extendió por más de dos horas y hablamos de todo y de todos. Al ser una entrevista escrita obviamente no todo lo que vamos a reproducir es textual, sino que por meras cuestiones literarias o por hacer más entretenida su lectura en algunos casos hemos “redondeado” una idea, pero básicamente todo lo que aquí está escrito es lo que se habló esa tarde noche en un café céntrico de Rivadavia. Por lo extensa que resulto la entrevista, decidimos publicarla en dos partes.
Primera parte:
De la “Corriente Naranja”
ARN: ¿Cómo viste el lanzamiento de la “Corriente Naranja” en Rivadavia?
Héctor Gómez: Me parece legítimo y me parece que está bien que salga alguien a armar. Yo me he cansado de llevar el peronismo solo acá en Rivadavia durante doce años. Ahora, dios quiera que Montes termine jugando en el peronismo. Esa es la duda que yo tengo, que si pasa el tiempo y Montes no cierra nada, no sé si va a seguir en el peronismo, yo calculo que no.
ARN: ¿Lo decís por el pasado que tiene, en el que se fue con distintas “coaliciones”?
H.G.: Él era concejal justicialista y se hizo radical. Fue senador radical y se hizo peronista. Ese accionar no te garantiza nada. El dice que se fue del partido porque no tenía participación. Un año fue candidato a intendente y otro fue concejal… ¿Vos creés que el peronismo le había cerrado las puertas a Montes? Montes se fue porque es un oportunista de la política. El dice que ha vuelto al peronismo pero no es afiliado peronista, no podría votar en una interna partidaria.
ARN: ¿Pensás que la nueva corriente se va a posicionar para ir a internas? ¿O pensás que se va a llegar a un consenso?
H.G.: Consenso no va haber porque el peronismo no está contento con que Montes haya dado la “voltereta” que dio.
ARN: Entonces, ¿Mientras este Montes de referente no va a haber unidad?
H.G.: Seguro que no. Solo va a conseguir que el peronismo se separe más. Puede ser que esta nueva corriente, (peronismo Mendoza) vaya a internas, pero si va liderada por Montes no creo. Aparte, recorda que Cobos ya se largo en su candidatura, cuando vea que Cobos va bien en las encuestas, Montes te dura dos días en el peronismo.
Del hospital
ARN: De los últimos hechos ocurridos en el hospital, el “decir” popular te responsabiliza a vos y a gente de tu entorno…
H.G.: Para empezar, te digo que yo no lo conozco a Campos. Esta fue una operación de Mansur, de Montes y Ciurca para desprestigiar al sector más grande que tiene el peronismo en Rivadavia que es el sector azul. Nosotros si algo hicimos bien fue la administración del hospital. Durante la gestión de Jaque tuvo dos etapas, una de Fernández y otra de Derkáez y a mi entender fueron ejemplos de cómo se debe administrar y como conseguir recursos. No creo que haya existido una gestión mejor en la historia del hospital. Conseguimos que se hicieran veintiséis consultorios externos con un aporte de siete millones de pesos de la provincia. En la gobernación de Cobos, se hizo el cincuenta por ciento de la construcción. La gente para atenderse hacia colas en la vereda o a dos o tres cuadras en casa privadas para poderse atender porque los médicos no tenían consultorios externos. Nosotros al año de gestión ya teníamos construidos los veintiséis consultorios externos.
ARN: ¿Esto sería durante el gobierno de Jaque en la Provincia?
H.G.: Si, aquí en Rivadavia estaba Del Río. Entre otras cosas recibimos el servicio de neonatología en donde las mamas de los recién nacidos dormían en una habitación de cuatro por cuatro. A veces había seis, ocho mujeres y tenían que dormir en cuchetas. Nosotros les construimos una casa de doscientos veinte metros cuadrados para esas mamás. Otro aporte de la provincia que lo consiguió este senador. También pusimos en marcha un jardín maternal inclusivo para los hijos de los empleados del hospital donde a través de un convenio con TAPACH recibimos chicos con capacidades diferentes.
ARN: ¿Entonces vos afirmas que las acusaciones que te hicieron en este último tiempo sobre el hospital han sido parte de una operación política?
H.G.: Ha sido una operación política de Mansur y Montes.
ARN: ¿Y las licitaciones?
H.G.: Con respecto a las licitaciones, nosotros cuando llegamos al hospital, digo nosotros porque yo acompañe la gestión y porque yo, siendo Senador Provincial fui quien sugirió los nombres de los directores al Gobernador de la Provincia. Por empezar la portería la tenía una empresa que no tenía los permisos necesarios para esa función. Era la empresa del “Mosquito” Romero de acá de Rivadavia. Esta empresa no estaba habilitada para el servicio de vigilancia y de portería y tenia los empleados en negro. Entonces llamamos a licitación. El servicio de comida lo tenía una empresa que es la misma que tiene ese servicio en el Hospital Central. La comida para los pacientes del hospital de Rivadavia se hacía en el central y era trasladada en una Peugeot sin respetar la cadena de frio. Cuando se inauguró el hospital se hizo una cocina nueva que por esta licitación no se usaba. Entones exigimos que la empresa que ganara la licitación usara esa cocina y si era de Rivadavia iba a tener prioridad. En cuanto a la empresa de limpieza era la empresa “Planeta”, en ese caso simplemente se presento una empresa de Rivadavia y le gano la licitación. Lo único que exigimos fue que en todos los pliegos, a igual licitación se le diera prioridad a una empresa de Rivadavia. Así fue que la empresa de Núñez en seguridad (D.N. seguridad), la Empresa de Rodríguez en la comida y la de Maranesi en limpieza ganaron las licitaciones. Todas ellas de Rivadavia, dándole trabajo a gente del departamento. No hubo ninguna objeción del tribunal de cuentas, ni ninguna irregularidad. Estamos hablando de cerca de cien mil pesos por cada empresa, mas de tres millones de pesos que quedaban en Rivadavia y que antes se iban a otro lugar.
ARN: De esas empresas, la de Maranessi, al ser alguien cercano a tu entorno, era la más cuestionada…
H.G.: El gano lícitamente. No tiene nada que ver que sea cercano a mí. Al restaurant Rodríguez he ido a comer toda mi vida… ¿Por eso son cercanos a mi? A Núñez también lo conozco, pero como a cualquier otro vecino de Rivadavia. Después se empezó a dar la versión de que las empresas eran mías…yo invierto en la política, lo otro no me interesa. Además, para ser proveedor del estado, tenes que tener “espalda” porque cobras a los cuatro meses. Asique no es el mejor negocio. Tenes que pagar el personal y los insumos y recién a los noventa días podes cobrar. Por eso te digo, no es el mejor negocio para invertir. Por eso afirmo que son calumnias querer relacionar esas empresas conmigo. Y en plena elección fueron el principal argumento del radicalismo.
ARN: La empresa de seguridad de Núñez hoy tiene la licitación del complejo deportivo municipal…
H.G.: ¡Ves de lo que hablo! Esa empresa que según Mansur y Montes era mía, hoy está contratada por el municipio por adjudicación directa. Esta cuidando el cementerio y el polideportivo.
ARN: Se dice que es temporal, solo por Noventa días hasta que salgan los pliegos de la licitación.
H.G: ¿Y qué apuro tenían? Si había veinte empleados trabajando de guardaparques. ¿Sabes donde están esos veinte empleados?
ARN: ¿Los cambiaron de funciones?
H.G.: ¡No! Están de “ñoquis”. Ninguno quiere trabajar porque el escalafón es claro. Si vos fuiste administrativo, no vas a agarrar una pala y ellos tenían una función que ahora no tienen donde cumplir. Los veinte guardaparques que fueron contratados para esa función, hoy están sentados en los galpones municipales y no van a realizar otra tarea porque fueron contratados para otra cosa. Hoy esa mano de obra la seguimos pagando y además gastamos en seguridad privada. ¿Cuál era el apuro de licitar?
ARN: La urgencia estaba en que se habían registrado varios hechos delictivos y los guardaparques no podían actuar
H.G.: ¿Y la seguridad privada si? Eso es mentira. La seguridad privada tampoco anda armada. En ambos casos solo se tienen que limitar a llamar a la policía. Si la empresa de seguridad del hospital era mía, ¿Ahora yo estaría contratado por el municipio? Resulta que después de todo lo del hospital, de los supuestos aprietes a Campos a quien yo no conozco, terminan contratando una de mis supuestas empresas…
ARN: ¿Y vos no estuviste de acuerdo en que fuera nombrado director?
H.G.: A mí la única vez que me preguntaron, les dije que Campos no eran un hombre del peronismo, pero Paco Pérez quería calmar un poco todo el tema del hospital y si lo eligió el gobernador… yo soy orgánico y si el gobernador eligió a Campos yo banco a Campos. El sabrá porque lo nombro. El mismo Campos dijo en su discurso inaugural que no venía de la política y que no quería saber nada con la política. En el hospital trabajan más de quinientas personas. Hay intereses económicos, laborales, políticos. A Derkáez mas de una vez le llamaron para apretarlo, le rayaron el auto ¿Y por qué? Porque era un tipo que tomaba decisiones y tomar decisiones significa afectar intereses. El tema está en que para estar al frente del hospital hay que tener “huevos”, hay que tener compromiso político y sobre todo compromiso social. Este muchacho Campos no viene de la base peronista, este muchacho es un “Gorila” que podría administrar muy bien la clínica Carrasco Bertona pero no un hospital.
ARN: ¿Decís entonces que es alguien que sirve solo para el ámbito privado?
H.G.: Sin duda. Puede ser muy buen médico, pero dirigir un hospital es otra cosa. Allí llega la gente sin plata y hay que resolverle el problema y eso era lo que hacíamos.
ARN: ¿Y las pensiones? Se los acusaba de utilizar el hospital como una base partidaria…
H.G.: Con las pensiones cumplimos una función que el municipio hace años que no cumple. En el gobierno de Del Rio, Rivadavia se dio el lujo de estar casi dos años sin Director de Desarrollo Social. Porque lo social no les importa. Porque los pobres no les “calientan”. Ellos trabajan para la clase media acá en el centro y esta ciudad siempre fue conservadora. Ellos representan a los conservadores acá en Rivadavia. Los representa Mansur que es el “ganso” más grande que hay en Rivadavia. Que quiero decir con esto, digo que en el hospital se presentaban situaciones de personas que necesitaban una pensión y acá nadie se las gestionaba. Yo veo el diario del domingo y dice siete mil pensiones saca Maipú, cuatro mil saca San Martin y Rivadavia no ha sacado ni cien pensiones en catorce años de gobierno radical. Nosotros sacamos más de seiscientas pensiones graciables en un año y medio desde el hospital. Allí llegaba la gente con una enfermedad crónica o con una discapacidad de más del ochenta por ciento. Esa gente no tenía obra social, esa gente era un gasto muy grande para el hospital porque vos le tenías que brindar toda la atención que necesitaran. Entonces se le extendía un certificado y mediante un convenio con desarrollo social de la nación y la Fundación Libertad de Marcelo Correa y hacíamos venir a todo el equipo de Desarrollo Social de la provincia e iniciaba su tramite ahí mismo. Nosotros no hacíamos política, nosotros le solucionábamos el problema a toda esa gente o en todo caso hacíamos política social. Hoy hay más de seiscientos rivadavienses que tiene su pensión y se hacían en el SUM del hospital.
ARN: ¿En ese SUM funciona un buffet en el que también hubo discrepancias?
H.G.: Ese fue uno de los primeros “encontronazos” que tuvimos. El buffet del SUM se lo querían dar a la cooperadora, A la señora Mansur, para que generara recursos y dijimos que no. Porque en el hospital no faltaban recursos. No faltaban remedios, no faltaba nada. ¿Por qué le vamos a dar ese Bufet a la cooperadora si no sabemos adónde va a ir a parar el dinero?
ARN: ¿Qué parentesco tiene con el intendente esa señora?
H.G.: Es tía, casada con el hermano del padre del intendente. Nosotros le dijimos que no y le dimos la concesión del buffet a TAPACH, ahora dos chicos discapacitados atienden ese lugar turnándose todos los días. Los chicos de TAPACH son los que vienen de IRID pero que al cumplir dieciocho años esa institución no los puede contener más y quedan sin ningún tipo de ayuda. Dos chicos atienden el bufet acompañados por un mayor y con esos recursos pueden comprar la materia prima para sus artesanías, para sus conservas. Esa es la gestión que tanto critican. La gestión que por primera vez pagó productividad a los empleados. La que se manejo con doce millones de pesos desde el gobierno de Cobos porque nunca se aumento el presupuesto…
Segunda parte
(Publicado originalmente el 30 de Julio de 2012)
Mas sobre el hospital, la nueva dirigencia del partido a nivel departamental, las derrotas del P.J. en Rivadavia y su historia política en la segunda parte de esta exclusiva
Algo más sobre el hospital
ARN: ¿Cual fue para vos el motivo que hizo movilizar a la gente tras la renuncia del Dr. Campos?
Héctor Gómez: Mira, fue una movida política. Principalmente de los empleados más viejos del hospital. Ellos fueron los que dijeron “basta de política en el hospital”, porque también fueron los que se vieron más afectados con los cambios que se hicieron en nuestra gestión. Porque estaban acostumbrados a ser “clavos” para el estado y se tuvieron que poner a trabajar. Al cambiar la dirección volvieron a sentirse cómodos y por eso no querían la renuncia de Campos. Ellos, capitaneados por algunos concejales y Montes salieron a la calle.
ARN: ¿Y las amenazas?
H.G.: Te juro que nada se de todo eso. Traéme un solo empleado del hospital al que yo le haya dicho: No ayuden al Doctor Campos. Te aseguro que me mantuve al margen de todo eso. Yo tengo todos los papeles que certifican mi trabajo para el hospital mientras fui legislador. Yo quiero ver quién va a gestionar ahora que no soy legislador. Que pongan el director que quieran, que yo en dos años voy a ser el primero en pedir que rindan las cuentas. Ahí podrán comparar una gestión con la otra.
Las nuevas autoridades partidarias
ARN: Cambiando de tema, ¿Qué te parecieron las nuevas autoridades partidarias que se eligieron a nivel departamental?
H.G.: Me parece bien. Eliseo Romero estuvo en mi lista en algún momento y creo que es alguien capaz. Las autoridades yo las respeto porque fueron elegidas por el voto de la gente y además la lista que ganó la arme yo. Creo que hicimos la mejor lista que se podía hacer en ese momento, ahora hay que dejarlos trabajar. Con los hechos tendrán que demostrar que no nos equivocamos.
Las derrotas del P.J.
ARN: ¿A qué atribuís tantos años de derrotas del peronismo en Rivadavia?
H.G.: Principalmente porque los aparatos municipales son muy fuertes. Fijáte que no es solo en Rivadavia. Santa Rosa estuvo más de quince años con gobierno demócrata hasta que gano el peronismo. En Lujan se recupero para el P.J. porque se partió el partido demócrata. Es muy difícil ganarle a la maquinaria que tiene un aparato municipal y el peronismo tampoco se fue muy bien de la intendencia en su momento…
ARN: Se dice que cuando cambia de color una intendencia, no es porque gano otro partido sino porque perdió el que estaba gobernando…
H.G.: Seguro, porque la gente está tranquila. Porque el bolsillo de la gente no lo maneja una intendencia, sino que se maneja a nivel nacional y si al gobierno nacional le va a bien, a los departamentos también les va a ir bien. La gente no quiere cambios cuando la cosa va bien y a Mansur le toco ser intendente en los mejores años del gobierno nacional. A nosotros nos toco ser gobierno en los años noventa, con un presupuesto de nueve millones. Con ese presupuesto llegabas a setiembre y tenías que salir a pedir plata, teniendo en cuenta que ya no quedaban bancos provinciales para pedir dinero. No teníamos mayoría en el consejo y eso hacía que no te autorizaran para endeudarte. En los noventa fue muy duro, un barril de petróleo valía doce dólares, hoy vale ochenta. ¿Sabes cuánto recibía Rivadavia de regalías petrolíferas? Ochocientos mil pesos. Hoy recibe cuatro, cinco millones. Al mismo Mansur le paso en la primer elección que tuvo siendo gobierno, el también perdió esa elección y fue porque arrastraba el problema económico que también teníamos nosotros, que no era por mala administración sino por falta de ingresos.
ARN: ¿Hablas de la elección legislativa?
H.G.: Exactamente. Esa elección la ganaron los demócratas. A partir de la salida de la convertibilidad es cuando se revierte la situación en Rivadavia, no fue un milagro de Mansur.
La gestión política
ARN: Con vos se da un caso muy especial, debes tener muchos amigos que te ha dado la política pero también muchos enemigos…
H.G.: La política es así, no podes estar bien con todos. Aparte la gente es muy exitista…
ARN: Te digo porque hay un terciario en Junín que no funciona bien, que tiene pocos alumnos y te señalan como responsable…
H.G.: Ese terciario lo puse yo, el Rector creo que es Claudio Iesi.
ARN: El nos comentaba que todos los otros terciarios han abierto más carreras y que él, con suerte, puede mantenerse con los alumnos que tiene…
H.G.: Es que esa no es una carrera para meterle empleados al estado. Es una carrera para hacer instrumentales médicos, ya que la medicina cada vez se tecnifica mas. Y ese terciario quise traerlo a Junín y no a Rivadavia, porque acá ya habían varios.
ARN: Lo que dice la gente es que el único terciario que no funciona es el que trajiste vos…
H.G.: ¿Y porque no funciona? Yo traje la carrera, yo deje todo para que eso funcione y si no es así no es culpa mía. Yo solo hice la gestión. Ese terciario creo que tiene cerca de cien alumnos y no te va a dar profesores para la administración pública, sino que te va a dar profesionales para el ámbito privado. Son carreras técnicas que no le gustan a cualquiera. Eso no lo analizan. Esos estudiantes no van a salir de ahí y van a esperar que el estado los llame para trabajar. Como si pasa con otros profesorados que tiene muchos alumnos pero que después no tienen trabajo o consiguen tres horitas por acá, tres más por allá… El terciario que creamos es mas especifico y no es el único, en Maipú hay otro que anda muy bien.
ARN: Pero el terciario de Maipú agrego varias carreras más…
H.G.: Y bueno ahí ya no me puedo meter, que cambien el Rector si ven que el actual no sirve. Ese Rector esta por decreto y después de cierto tiempo podría haber sido removido ya que alumnos, docentes y no docentes son los encargados de elegir sus propias autoridades. Cuando el terciario empezó, alguien tenía que dirigirlo pero era solo algo temporal.
Los orígenes
ARN: ¿Querés hablar un poco de tus orígenes?
H.G.: Seguro porque es un tema que también genera rechazo ya que algunos no pueden entender como un “negro de m….” haya llegado a ser Legislador y a vivir de lo que le gusta que es la política.
ARN: ¿Por qué el apodo de “churrero”?
H.G.: Porque vendía churros cuando era chico, recuerdo que la familia Bustos, la que tiene la heladería “Yayito” me daba los churros para vender. En la escuela íbamos a hacer un viaje y como yo no podía pagarlo, vendí churros para juntar la plata. Habré trabajado veinte días con eso pero en la escuela todos empezaron a decirme así y me quedo ese apodo. Y me enorgullece porque es un apodo de laburante, como mi viejo que era contratista.
ARN: ¿Y la militancia cuando llegó?
H.G.: La militancia siempre estuvo. Yo me crie con una foto de Perón en la puerta de mi casa y no podría haber hecho otra cosa. Toda mi familia es de origen popular y peronista. En el 72’ cuando volvió Perón yo quería ir pero mi viejo no quiso llevarme, habré tenido doce años. Desde la playa de lo que ahora es el Vea, salían los micros, veinte, treinta micros que partían a Buenos Aires a recibir al General y yo me desesperaba por subirme a un colectivo. Recién en el año 81′ empecé a militar con Félix Pesce. Ariel Moreira me invito a una reunión que se hizo en el barrio “Villa Elvira”. Éramos cinco personas porque en esa época estaban los milicos y las reuniones políticas estaban prohibidas. Ahí perdimos las primeras internas con Plastina. Ya en el 88’ ganamos con Bordón, en esa época trabaje en Vialidad haciendo inspección y conservación de caminos secundarios. Cuando estuvo Moreira de Intendente maneje todo lo que era servicios públicos.
ARN: ¿Y tu primer cargo político cuando llego?
H.G.: En el 99’ yo entre como concejal. Fueron los años en los que todos los peronistas se fueron, se fue Pesce, se fue Núñez y alguien tenía que hacerse cargo del peronismo en Rivadavia.
ARN: ¿Ahí empezaste con la conducción?
H.G.: Si, pero solo de mi sector. Ganamos la interna y desde allí siempre he sido quien propone los candidatos en Rivadavia. Después asumí como diputado en el 2003 y lleve a Montes como candidato a intendente. Luego vino a Petri y perdimos por solo ochocientos votos. En ese momento yo asumí como Legislador.
ARN: La última, ¿Cómo estas con el sector azul? Se dice también que te han soltado la mano…
H.G.: Con los azules estoy muy bien. Yo soy el referente indiscutido del ese sector en Rivadavia. Hace poco traje a Bermejo, sigo trabajando. Pero el escenario cambio, yo ya no soy Senador. Ahora, mi sector me banca a muerte y si yo tengo una posibilidad de volver en dos años es con el sector azul. Yo soy amigo de Mazón, de Jorge Omar, de los Bermejo… El que nos ha soltado la mano es el Paco, cuando debería estar agradecido, porque está en donde está por nuestro trabajo. Pérez es lo más parecido a Lafalla que vi en mi vida, no cierra ni para adentro ni para afuera.
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