viernes, 25 de marzo de 2011

VITIVINICULTURA: CRITICAS A COVIAR POR DESAYUNO PRESIDENCIAL


REPRODUCCION Diario "Los Andes", Domingo, 06 de marzo de 2011

Un festejo robado por la política

Por Rodolfo Cavagnaro
-Especial para Los Andes-

Los eventos vendimiales de ayer tuvieron una lamentable impronta política partidaria. Tan grande que casi fue ofensiva para una población que, como todos los años, sintiéndose iguales, salieron a festejar limpiamente la Fiesta de la Vendimia. La presencia de Cristina Fernández le puso, además un tono que nunca antes había tenido una visita presidencial, ni siquiera la de su fallecido esposo, Néstor Kirchner.

El desayuno de la Coviar fue un burdo ejercicio de corporativismo empresario obsecuente y servicial al poder de turno. Fue la primera vez, en los años que lleva esta rendición de cuentas que la Corporación Vitivinícola hace anualmente, que el tono político partidario tuvo tanta fuerza como para minimizar a los propios actores legítimos de la industria.

Todo fue un show para la dirigencia política, dentro del hotel, apoyado por la militancia a sueldo, en la calle. Ya en el palco Cristina saludaba, pero no al pueblo, que había quedado lejos. Sólo saludaba a los militantes a sueldo que habían copado los lugares frente al palco para halagar a la mandataria.

Todos los políticos se llenaron la boca con el Plan Estratégico y muchos dirigentes le sacaron el jugo, cuando en realidad ni unos ni otros fueron los gestores del PEVI. Pero esto no es nuevo. Ya en su nacimiento, y quizás con un infantil sentimiento de culpa, los verdaderos empresarios se dejaron copar la parada por grupos que venían de la política y ahí perdieron. Todo el poder real en la Coviar no es manejado por los empresarios ni por las entidades que los representan.
Todo el poder está en manos de gente que viene de la política y usa la Coviar con fines políticos, personales o sectoriales.

Por eso en ningún momento hubo referencias a los serios problemas que tienen las empresas por el atraso cambiario que asfixia a los exportadores medianos y pequeños. Muy pocos dirigentes de la Coviar tienen empresas o sufren estos problemas. Sólo se dedicaron a ensalzar al gobierno por las gracias recibidas, como quien rinde pleitesía a una deidad.

En el agasajo de la vitivinicultura, tibiamente, el presidente de Bodegas de Argentina ensayó un reclamo, contestado con un discurso político del ministro Domínguez que le tiró con la Doctrina Social de la Iglesia y las reglas de la competitividad.

Hubo mucha gente disconforme con el tono que adquirieron estos actos que desdibujaron el espíritu tradicional de los festejos. De seguir así, los políticos harán estos actos para solazarse entre ellos y los empresarios que concurran sólo serán los que esperan conseguir arrancarles algo. Los que trabajan están hartos de ser utilizados y de a poco irán desapareciendo. Vendimias eran las de antes.

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